martes, 14 de octubre de 2008

Gli amici della città. Capitolo Terzo: Cercando affito

Esta es la historia de nuestra ansiada instalación en una casa.

Habiendo hecho contacto con la mayoría de españoles que forman nuestro grupo y asentadas algunas amistades italianas, encontrar piso se nos suponía fácil aunque la experiencia nos decía que era agotador. Dos días buscando por casi toda la ciudad y dos noches bebiendo por la otra parte de la ciudad nos estaban convirtiendo en la especia conocida como Propio Salernitano, aunque sin domicilio fijo, que vete tu a saber si no es una de las características.

El primer piso que vimos lo teníamos fichado desde Madrid (sí, uno de los 3 que habíamos mirado), y era el del Señor Antonio con el que ahora Pelos y yo tenemos chascarro porque nunca le avisamos de que no cogeríamos el piso. Pero esto tiene una razón, porque el piso que para ser el primero no estaba mal, era muy antiguo y un poco caro. No contento con esto, Antonio, nos explicó que el tenía una habitación para él y que de vez en cuando vendría a “nosabemosqué” y que otra habitación usada como salón permanecería cerrada. Menuda Jeta!! Conclusión: Se convirtió de un piso grande a uno pequeño, de entrañable a cochambroso y de aceptable a carísimo con los gastos...Antonio: Ciao ciao.
De los otros dos pisos que teníamos mirados tuvimos que pasar de los dos: Massimo pedía 300 por cada habitación en un piso de 7(cerca de donde vivimos) y Francesco se puso a vivir con uno y nos cortó por lo sano nuestro plan de una habita pequeña y otra grande. Por eso nos las vimos tan crudas: el resto de españoles ya tenían prácticamente todos piso y bastante guapos y los italianos flipaban cuando les decíamos los precios que nos pedían a nosotros: Oh dos chicos españoles de 23 años de Erasmus en Italia (hemos descubierto que este perfil es un de los mas respetados).
Pero que pasa? que ese perfil casi no encaja con Joan y Andrea asi que seguíamos llamando a teléfonos y teléfonos pidiendo una acogida.

Y otra de las mejores anécdotas hasta el momento: ya que en uno de los números que marcamos ya desesperados, ofertaban una habitación triple bastante barata y céntrica. La señora nos dijo que uno de los sitios ya estaba ocupado por un chico palestino y que por ella no había problema pero tendríamos que quedar con él para verlo y decidir. Nos pareció una buena idea porque la verdad nos daba buena sensación ese palestino desconocido que hoy llamamos Anas, al que conocimos en el Lungomare de casualidad, al decirnos que era Palestino. En ese momento caímos: era nuestro potencial compañero de piso, Que Grande!!
Ese hecho ya nos proporcionó bastantes raisas con él y tras un rato hablando nos dimos cuenta de que iba a ser nuestro principal guía en la vida salernitana y profesor particular de Italiano-Napulitano-Español.

En el Lungomare, como iréis comprendiendo uno de los mas frecuentes habitats de la especie Propio Salernitano, estábamos de Bottiglione con los españoles y con ese primer grupo tan jugón de italianos del que ya os hemos hablado. Entre ellos Vincenzo, Raffaele, Rosario, Daniele y alguno mas... De todas maneras también habíamos conocido a Jesús y Julen, temidos J&J vallisoletanos, a los que les sobraba una habitación doble, barata y en la zona alta de la ciudad.
Aquí se ve a Pelón con J&J y María

Al día siguiente tras pasar por la facultad, hacer los papeleos básicos con el Ufficio Erasmus, ver a Vincenzo en la Asociación Estudiantil Sui Generis en la que colabora y fumarnos unas cuantas cannas con él y sus amigas, que alguna es futura compañera de clase y muy jugonas por cierto, acabámos viniendo a visitar el piso de J&J en el Carmine. Decididísimos al confirmar el precio con Felchinche (esto merece otro post), pactamos en dormir ahí esa noche y montarle un paripé a Felice al día siguiente para que nos viese entrar al piso y no sospechase nada.

Despúes del teatrillo tutto finito, lo habíamos logrado, una habitación doble con grandes armarios, dos mesas y bastante espacio en la Vía Manganario número 63 piso de la Famiglia Sorelli. Casualidades de la vida, en esa misma calle habíamos ayudado a Ana Salernitana a hacer su mudanza por lo que ya teníamos aseguradas unas vecinas de risas y una compañera básica para nuestras desventuras.

"Per arrivare all'alba, non c' è altra via che la notte." Khalil Gibran "Sabbia e schiuma".

Uno de los mas típicos graffitis de la ciudad.

1 comentario:

merche dijo...

HOLA MIS NIÑOS:
Me siento más tranquila sabiendo que ya estais instalados. Por lo que puedo ver estais muy bien y con aventuras diarias. No preocuparos por no poder votar a Marcelina no se puee ( es largo de contar) Pero me dice que os mande un beso muy muy fuerte de las dos.
QUE OS ECHAMOS DE MENOS ¡¡ SER BUENOS!!